Jump to content

Mamut en el colegio.


Rugbyfanmuscle

Recommended Posts

    El viejo de Toto se acerca a mí y escucho el crujir del piso de madera. Extiende su brazo enorme y con una mano del tamaño de mi pecho me agarra de la remera. Me levanta sin siquiera esforzarse y me pone cara a cara con él. Tiene rasgos mas tallados que los de Toto, pero similares, y con algunas canas en la barba que le cubre la papada musculosa. 
     - Con que sos un nuevo amigo de Toto e enano. Alguna vez viste a alguien tan grande como yo? Aparte de Toto. JA JA. Salió igual a mí, un poco más chiquito nada más. - me baja al piso y me encuentro entre medio de los dos gigantes. Mi cabeza está a la altura de sus dos panzas y por poco no me tocan ambas. Miro hacia arriba y veo sus dos tetotas peludas. Un par con pelos volviendo a crecer y el otro con destellos plateados. Son muy parecidos en tamaño puedo ver. 
     - Nada que ver viejo. Estoy más grande que vos. -responde el joven mastodonte inflándose el pecho. Es una mole de músculos y grasa y fuerza. 
     - JA JA JA. Ya quisieras. Igual se me acaba de ocurrir una idea para solucionar esta disputa. Que tu amiguito decida. Aparte nos está viendo tan detalladamente que seguro ya lo decidió. Se nota que lo hipnotizamos. Somos enormes pendejo. Hasta las vergas inmensas tenemos. Seguro la de él no es ni del tamaño de nuestros dedos. Y los huevos ni te cuento. Al menos yo los tengo del tamaño de pomelos. Yo estoy bastante pesado también. Unos 180 kilos o más creo. No paro de morfar. Hay que mantener esta panza. Y este culo inmenso. Mis socios del laburo cuando me ven con mi traje apretado se les paran las poronguitas. Y mis camisas me estallan. Tengo dos tetas más gordas y fibrosas que me encantan. Vos también Toto, pero ya lo sabés. Y esta hormiguita también lo sabe. Así que maní, tenés que decidir. ¿Quién es más grandote? ¿Yo o Totito?

       

  • Like 4
  • Thanks 1
Link to comment
Share on other sites

Me quedo helado. Estoy entre dos mamuts. Uno más grande que el otro. Son inmensos. Miro a Toto, después a su viejo. Lo repito. Lo vuelvo a repetir. 
- Basta putito parece que solo nos queres mirar. ¿No queres tocarme a mí? Se lo que un maní siente cuando me toca. Mira lo que soy. Soy una bestia.- acto seguido el papá de Toto me agarra y me pone en sus hombros. No sé que tienen los gigantes con cargarme en sus hombros.

  -Toto, le voy a dar un momento que nunca se va a olvidar a tu amiguito. Me lo llevo a mi cuarto. En un rato te llamo.- miro hacia abajo y entre mis piernitas se encuentra el cuello grueso y fuerte del viejo. Tengo que abrir mis piernas bastante para sentarme comodo. Son como un calefactor sus hombros, aparte me sobra espacio. Salimos del cuarto y camina unos pasos a la derecha por un pasillo. Una puerta grande está a la derecha. Él entra y yo me la pego contra el marco. Es más alto que Toto parece. Miro por debajo de su cabeza y veo sus dos pectorales como dos dunas duras de arena. La panza es una colina solida que desemboca en un bulto inmenso y dos macetas gigantes. Miro más abajo y veo dos pies monumentales. Peludos, gordos y anchos. Son inmensos. Talle 50 mínimo. Tomo coraje y le pregunto. 
- Como te llamas?- 

-JA. Recién ahora preguntas? Me llamo Lucho pero decime como se te cante el culo siempre que tenga que ver con que estoy enorme. -
- Dale Mamut- 

-Me encanto. Ahora esto te va a encantar a vos.- me baja de sus hombros y me sienta en su cama. Todavía más grande que la de su hijo, y el cuarto también. Aun así es un cuarto como el de mis padres. Estoy enfrente del mastodonte y es ahí cuando se desabrocha el pantalon y forcejeando consigo mismo se lo empieza a bajar. El calzón no puede ocultar el tamaño de su verga que esta por poco a salir disparada de ahí. Dos macetas bronceadas se abren paso hasta llegar a unas rodillas del tamaño de sandías. Extiendo mi mano para comparar y no son ni la mitad. 
-Tocá si queres.- aprovecho y bajo mis manos por sus gemelos gordos y fibrosos al tacto. Son enormes como todo su cuerpo. Me quedo mirando sus pies y es ahí cuando me levanta, se sienta en la cama y me apoya sobre su ingle. Mejor dicho sobre su pija, pero no está parada pero aún así la siento debajo de mí. 
-Sentate en mis gambas maní. Sí. Sentí la fuerza que tienen estas cosas. Te puedo comprimir si quiero. Y te voy a apretar un poquito.- me mete entre sus muslos gordos y empieza a apretar. Me empiezo a quedar sin aire y tengo su bulto enfrente de mi cara. Con una de sus manoplas me aprieta la cabeza contra sus partes y huelo un olor masculino que hace que se me pare. Afloja sus piernas y caigo al piso. Me encuentro con sus dos pies enormes y no entiendo el tamaño que tienen. Son del largo de mis antebrazos, y del ancho de mis dos piernas juntas. 
-Chupalos puto.- a su orden lo empiezo a hacer. - Sos un asco maní. Te voy a aplastar como la hormiga que sos.- con su pie me patea y me gira sobre mi espalda. Entonces lo levanta y baja su planta sobre mi pecho que lo cubre por completo y me empieza a apretar. Comienzo a soltar aire y trato de sacarmelo de encima pero no puedo. Es muy fuerte. Cuando estoy a punto de perder el conocimiento es cuando veo empieza a flexionar sus rodillotas y cada vez su inmenso trasero se acerca a mis ojos hasta que ya no veo nada.

 

  • Like 5
  • Upvote 1
Link to comment
Share on other sites

Mi cara se encuentra entre sus dos cachetes gordos y peludos. Emanan mucho calor. Es un olor a culo fuerte el que huelo. Muy masculino. De hombre. Lo único que me separa de su piel es el calzon apretadisimo que tiene. Siento su peso. 200 kilos de musculo que no me aplastan solo gracias a sus gambas inmensas. Inspiro todo lo que puedo y con mis manos aprieto toda parte de su cuerpo que puedo tocar. En este caso sus rodillotas y sus pies gruesos. 
- PRFFFFF- el hedor me deja inconsciente pero no antes siento el estruendo del pedo. 

Me despierto. Y estoy solo en el cuarto veo. Estoy en la cama enorme. Y estoy desnudo. Empiezo a escuchar pasos que retumban. Son pesados. Duros. Frenan. Entonces se abre la puerta fuertemente y solo veo una figura inmensa. Ancha, alta, gruesa. Dos bases de talle 50, pantorrillas del tamaño de melones, dos rodillas gruesas. Unos muslos gordos y colosales. Las bolas mas grandes que vi en mi vida, y la pija mas gorda y larga también, que se encuentran por abajo de la panza de birra del mamut. Un caminito que llega a dos tetas redondas y potentes que le dan poder a ese animal. Dos hombros fuertes y grandes, con un cuello grueso que da pie a una cara muy fachera con barba canosa. 
- Ahora te vamos a romper el culo puto. La tenes parada y es enana JA JA.- esa voz grave me derrite. No entiendo igual ese vamos... 

Vuelvo a escuchar pasos. Y por detrás del monstruo aparece su mellizo joven, con la pija un poco más grande todavía, y más relleno que el viejo. 
- Le rompemos el orto al puto viejo?- padre e hijo se paran enfrente mío. Estamos los tres desnudos. Veo mi cuerpo debilucho y solo puedo pensar en la fuerza que deben tener estos gigantes de mas de dos metros de alto y de 200 kilos. Son dos gorilas y yo un monito. 
- Esto te va a gustar puto.- el padre toma la iniciativa, lo agarra con una mano en la espalda anchisima de Toto y la otra en su culo, y se lo empieza a chapar. Montañas de musculo y grasa se abrazan y empiezan a besarse. Acabo. Veo como se masajean los cuerpos, como sus vergas crecen hasta ser del tamaño de mis brazos, como empiezan a bombearse y a apretarse. 

  • Like 4
  • Upvote 1
Link to comment
Share on other sites

  • 2 months later...

Los dos gigantes empiezan a chapar y cada tanto me miran de reojo. Yo solo observo las moles hacerse de todo. Estan completamente desnudos y yo tambien. Sus cuerpos me intimidan. Sentado en la cama tan solo llego a la altura de sus vergas. Se abrazan y tras un ultimo chape me dicen:
- putito! Levantate! No seas maricon ni que el pedo haya sido tan fuerte! JA JA. 
Abro los ojos y lo veo al viejo de Toto mirandome desde sus dos metros de altura, todavia en calzones. Busco a Toto, pero no esta por ninguna parte. Me doy cuenta que sigo cambiado. ¿Habra sido un sueño?

- Qué pasó?- pregunte desconcertado. Lucho me dijo que me estuvo mostrando un poco de su cuerpo, y que después del pedo me desmayé.

-Perdon putito, pasa que hoy comi tacos y me pegaron pal carajo. Esta panza y este culote son capaces de todo.- se acaricio las partes nombradas y se sento en la cama. Me levante del piso y me sente al lado de el. La cama se inclinaba hacia su cuerpo debido al peso y me deslice hasta estar tocandolo. Mi cabeza no llegaba ni a sus hombros. Aun asi, acoste mi cabeza contra su brazote calido.

-Tanto te gusta el tamaño enano? Que es lo que mas te gusta de mi? Mi verga? O mis musculos? O mi cara masculina?-

-todo...- balbucee.

-JA JA JA- me dio una palmada y me tiro de la cama. -Perdon chiquitin, no mido mi fuerza con los maníes. Veni sentate aca, mas comodo.- me subio a sus gamba derecha, donde me sobraba mucho espacio,  y me recoste contra su panza. Si miraba hacia arriba solo veia sus tetonas.

-Que estabas soñando cuando te desmayaste?- su voz grave me daba cosquilleos.

Le conte mi sueño, de como aparecia desnudo y los observaba a el y a Toto chapar, apretarse y estar a punto de hacerlo.

-JA JA JA, que sueño raro.- empece a sentir que algo se levantaba debajo mio. 
-Chiquito dejame que te bajo que tengo que ir al baño a echarme un cago. Si queres despues te lo muestro. Anda con tu amigote ahora que por falta de diversion se debe estar pajeando. JA JA, o morfando el gordo ese.-

Me levanta de su piernota y me deja en el piso, esta vez parado y se levanta de la cama. Puedo ver su ereccion debido al tamaño inescondible, aun asi la tratade disimular poniendo su mano delante de la ingle. Antes de irme a buscar a Toto veo como su culote sube y baja mientras se dirige al baño.

Salgo del cuarto y cierro la puerta no sin antes escuchar unos ruidos guturales provenientes del baño. Miro mi reloj y ya son casi las 12 de la noche. Hoy salia con mis amigos! Busco mi mochila a las apuradas, y no me da el tiempo para despedir a Toto. Salgo de la casa en direccion a la mia, y me olvido de lo que sucedio hace unas horas.

 

  • Like 5
Link to comment
Share on other sites

Ese fin de semana hago programas pero nunca me lo encuentro a Toto. Fue muy extraño lo que pasó el viernes a la tarde y poco a poco empiezo a sentir que ni siquiera pasó, que imaginé todo. Llega el domingo y después de almorzar me llega un mensaje de Toto. 
- Te fuiste sin avisar el viernes pendejo. No era que te gustaban los musculos? Si no querés que te cague a trompadas vení a las tres de la tarde a la playa. Si no te veo vas a tener que tener cuidado en el colegio.- 

Leí esto y me asusté. Miré el reloj y todavía me quedaban 15 minutos para llegar a la playa. Por suerte vivía cerca, así que me apuré y me dirigí ahí. Llego y la playa estaba vacía por suerte. Lo busco a Toto y no lo encuentro por ninguna parte. Decido sentarme y esperarlo. Con el sol sobre mi cabeza me adormezco y me quedo dormido. 
Abro los ojos y esta todo oscuro. Siento que me falta el aire. Estoy apretado y muy caluroso. Levanto la cabeza y me choco con unos pelos chivados. Muevo mis brazos y siento una carne, fibrosa, musculos. Toto. 
-JA JA putito te levantaste!- tras decir eso se levanta y puedo observar que el mamut estaba tirado encima mío en cuero, y mi cara había quedado debajo de su enorme agujero axilar. Yo sigo acostado y el gugante se levanta. Está usando solamente un traje de baño azul que no deja nada a la imaginación. Los huevos y la pija enormes se notan, y sus dos tetas y panza lo hacen colosal. 
- jaja Toto eso te queda pintado!- 

-Y mirá que no viste este culote todavía.- se da media vuelta y sus dos nalgas inmensas ocupan toda mi visión. Tiene el culo más jugoso del mundo. Me siento y se me para la pija. A pesar del tamaño se nota a través del traje de baño y Toto se da cuenta. 
-Mirá que tenemos acá! El amiguito del maní quiere jugar! JA JA. Te voy a aplastar puto.- muy lentamente veo como Toto con sus doscientos kilos de musculo y grasa instala su culote sobre mi ingle. 

  • Like 5
Link to comment
Share on other sites

  • 2 weeks later...

-Te gusta esto trolito?- me pregunta la bestia sentada encima de mi pijita. A pesar de que él está sobre mí, mi ereccion no lo toca debido al tamaño de su culo que aprieta mis piernitas. Casi que todo su culo queda contra la arena y no sobre mis piernas. Aun así la poca masa que me toca, me toca entero. No me puedo mover. 
- Me encanta Toto...- 

-Que dijiste?- se levanta rapidamente y me mira desde sus dos metros de altura. 
-Nada..?- 

-Te voy a hacer pija.- me mira con cara mala y me asusto por un segundo de lo que el mastodonte puede llegar a hacerme y

-JA JA enano siempre supe que te gustaba. Pensaste que me habia enojado y que te iba a hacer algo o no?  Vi como te excitaste e no te hagas el boludo. No hay nadie en la playa...- 

Toto lentamente se baja el traje de baño y puedo ver como su caminito lleva a esa vergota gigante. Con dos huevos como pomelos. Se gira para sentarse y devuelta observo sus jamones y gluteos gigantescos y peludos. Son gruesos. Toto se sienta al lado mio y dice que me pare. Lo hago. Apenas soy más alto que él estando parado y el sentado. Sigue siendo tres o cuatro cuerpos más anchos igual. 
Veo como Toto se empieza a masajear lentamente su pija y poco a poco la boa empieza a crecer y crecer. 
-Ahora desnudate vos cagoncito.-

Dudo unos segundos y miro a mi alrededor. No hay nadie y no parece que venga gente. Es día nublado. 
-Me cansaste puto.- Toto con sus dos manos gordas y grandes agarra mi traje de baño y lo parte en dos. Después hace lo mismo con mi remera. Me siento vulnerable estando completamente desnudo enfrente del mastodonte. Él con sus doscientos kilos, yo sesenta como mucho. Él con su pija de 25 cm, flacida, y yo con la mía de 12, completamente parada. 
-Enano primero acabas vos porque es obvio, despues me haces acabar.-

Sin esperar respuesta con su indice y su pulgar, que son del tamaño de mi pene, me lo agarró y empezó a pajearme. Si podria decirsele así. Acabé a los cinco segundos. 
-Tan rapido? Estoy tan bueno?- lo hizo rebotando sus dos tetotas musculosas y peludas. 
-Ahora te toca a vos.- me agarró y me sentó en una de sus gambas. Tenía más lugar ahí que en cualquier silla. Su verga inmensa seguía parada y me puse a trabajar. 
 

  • Like 6
Link to comment
Share on other sites

Join the conversation

You can post now and register later. If you have an account, sign in now to post with your account.

Guest
Reply to this topic...

×   Pasted as rich text.   Paste as plain text instead

  Only 75 emoji are allowed.

×   Your link has been automatically embedded.   Display as a link instead

×   Your previous content has been restored.   Clear editor

×   You cannot paste images directly. Upload or insert images from URL.

×
×
  • Create New...

Important Information

By using this site, you agree to our Guidelines, Terms of Use, & Privacy Policy.
We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue..